El Dragón Dorado un museo cerca de Bogotá

El Dragón Dorado un museo cerca de Bogotá

El Dragón Dorado un museo cerca de Bogotá, puede aprender de bonsáis, meditación y hasta de cocina asiática.

Un museo de bonsáis y meditación cerca de la capital

“Todo comenzó como un pasatiempo y se convirtió en una adicción”, expresó Merceano de Jesús Melo, el protagonista de esta historia, quien hace 25 años dejó toda su vida en Portugal para empezar una nueva etapa con su esposa colombiana, en Bogotá.

Vivía en un apartamento con su esposa Libia Patricia Pérez en La Colina Campestre, que con el tiempo se fue llenando de pequeños bonsáis, hasta que unos amigos de la pareja les propusieron intercambiar propiedades para que pudieran seguir alimentando su pasión por estos pequeños árboles.

“Recuerdo que mi terraza y la del vecino estaban llenas de bonsáis, de no ser por nuestra mudanza a cuatro kilómetros después del peaje Los Patios (La Calera), no tendríamos El Dragón Dorado, un lugar majestuoso lleno de árboles, aire puro, pájaros multicolor y sobretodo tranquilidad”, comenta Pérez.

Siendo el único museo de bonsáis cerca de Bogotá cuando ve una fachada tipo oriental con un dragón dibujado en la puerta.

Justo al lado hay una escultura de un pescador del río Li -una de las vertientes más importantes de China-, que sirve de inspiración a Merceano para diseñar varios paisajes en miniatura.

El Dragón Dorado un museo cerca de Bogotá
El Dragón Dorado un museo cerca de Bogotá

El arte de un bonsái y paisaje miniatura

Y es que, para los pobladores de China, este árbol representa un puente entre lo divino y lo humano, que conecta a unos pocos con la eternidad, según reza la tradición desde hace más de dos mil años.

“Los bonsáis fueron los que me sacaron de la ciudad y me pusieron en contacto con la naturaleza. Son mágicos”, cuenta Jesús Melo, quien, junto a su esposa, entra en un momento de meditación cuando siembran y cuidan estos árboles ancestrales que vienen del chino bon (bandeja) y sai (cultivar).

Por otro lado, la pareja se ha dedicado a diseñar árboles que evocan a paisajes en todo el mundo, como, por ejemplo, el Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie (China), conocido por ser el escenario principal de Avatar (2009) en donde las rocas y el musgo se funden en un solo elemento.

También hay un bosque de bambú cuya simbología representa la vida y la muerte. “Esta planta ofrece un importante consejo sobre la actitud que debemos tener frente a la vida. Hay que ser flexibles, porque sin esto no estaríamos aquí”, cuenta Merceano.

Cada árbol de El Dragón Dorado narra una historia y representa la filosofía de vida de la pareja colombo portuguesa. Entre las joyas naturales más destacadas está el arrayán de más de 100 años de vida y el bonsái de apenas 36 añitos.

El Dragón Dorado un museo cerca de Bogotá
El Dragón Dorado un museo cerca de Bogotá

Las clases de bonsái

Durante el recorrido además de aprender sobre filosofía oriental, podrá diferenciar un bonsái Chito -que cabe en la punta de los dedos- de los Chojin -que se pueden llevar en dos manos- y los imperiales -que miden de uno a tres metros de altura-.

También las macetas inspiradas en la cultura asiática que vienen con huecos en la parte inferior para anclar el alambre que da forma a estos árboles. “No todas las plantas necesitan esta técnica, ni tampoco todo el mundo las usa”, cuenta Jesús Melo.

En este rubro existe macetas elaboradas con piedras lajas traídas del río Kurama (Japón) que valen hasta $300 mil dólares, pero que se pueden conseguir imitaciones fieles a $300 mil pesos.

Varios espacios de El Dragon Dorado

Además de los bonsáis disfrute el diseño y la exclusividad de los arces japoneses, castaños portugueses, olmos chinos, nativos, cedrones y hasta el jaboticaba de Brasil.

También hay árboles barba del viejo -como los del Parque El Gallineral, Santander-, y hasta un baobab (árbol botella) de África, al quien se le atribuyen diferentes leyendas de sanación.

Por otro lado, hay una cabaña y un lago que está rodeado de estatuas de Buda; un jardín zen con arena y rastrillo para entrar en una profunda meditación; y una pagoda -estructura vertical que representa el vacío y la muerte- donde se encuentran mariposas amarillas, colibríes y pájaros multicolor.

El Dragón Dorado es el lugar perfecto para disfrutar el fin de semana -con festivos incluidos- rodeado de naturaleza e inspiración asiática junto a sus amigos y familia.

“Además ofrecemos clases de cómo preparar sushi así como una explicación completa de toda la filosofía oriental y cómo está relacionada con los bonsáis y la naturaleza”, concluye Libia Patricia Pérez.

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